sábado, 31 de diciembre de 2011

Feliz año nuevo...

Siempre me han encantado las risas, y quizá, no sé de otro, sea el mejor remedio para afrontar cualquier esquina de la vida, con buen humor. Así que me despido pidiendo a Dios que nos regale un montón para este nuevo año, para no ver tanta crisis, tantos despidos, tanta intolerancia... Lo mejor es echar mano del maestro:

martes, 27 de diciembre de 2011

The Beatles

Se ha escrito tanto de ellos, que no sé qué podría aportar yo. Que no eran tan ñoños, como me decía una profesora que tuve en el instituto; que son el ABC del rock, como me dijo un bajista fanático de Deep Purple; y que ahora te los puedes encontrar a 9,99. Así que, aprovecha que luego los ponen a 23 euros y eso duele. Yo he empezado a rellenar mis huecos de la estantería con algunos álbumes que me faltan de ellos (en 8 años sacaron 13, casi todos números 1 en su país, ¿quién les puede superar?) entre ellos Rubber Soul. Ha sido fantástico ir en el coche escuchando una y otra vez esas canciones que hacía tiempo que no recordaba. Ese sonido Rickenbacker de guitarra, exquisito, el bajo de Paul dando el ritmo, armonías vocales más cuidadas, las aporaciones de un Harrison que nos descubre el sitar en Norwegian Wood o se inventa el facebook en If I needed someone (escribe tu número en mi muro y quizás recibas una llamada mía, si necesitara a alguien...). Me he reído al oírlo...


domingo, 11 de diciembre de 2011

Lección de lengua IV

En algunas ocasiones, cuando comienzo a explicar la sintaxis del español a los alumnos más pequeños, utilizo la pizarra, y las tizas de colores y les dibujo un tren. A ellos, que son pequeños pero ya preadolescentes, no les gusta, es como tratarles como a niños que no son, o tontos de baba. Yo intento convencerles de que lo asimilarán mejor, y sigo...

Les explico que la oración es como un tren, del que tira una locomotora, que es el verbo (para el ABC de hoy esa locomotora son Francia y Alemania). Después están los vagones de pasajeros, donde va el nombre (para el periódico los que debemos sanearnos cuanto antes, España, Bélgica, Italia...) y el que está por él, el pronombre (los que sí, pero no, es decir, Suecia, Gran Bretaña y Dinamarca); en otro vagón va el equipaje de los pasajeros, el adjetivo (los rescatados, Irlanda, Grecia y Portugal) que en ocasiones puede ser prescindible; y después irían los vagones restaurantes, de mercancías que no todos tienen con los adverbios, determinantes, conjunciones... ( en el papel, los que quieren entrar en el Euro, Polonia, Bulgaria, Estonia...)

Los alumnos se enteran a la primera del valor de las palabras, de la importancia dentro de la oración que tiene cada una, igual que a mi no me ha hecho falta leer el artículo después de ver la imagen del tren europeo. Sólo me preocupa una cosa después de pensar en esta metáfora, y es que en la lengua, la locomotora sola es una oración. Espero que Alemania y Francia no se lo crean...

martes, 6 de diciembre de 2011

¡Hola! Soy español, ¿a qué quieres que te gane?

Esto se lo oí una vez a un colega, hace poco. Tenía toda la razón del mundo, España se lleva de calle los campeonatos de fútbol, de baloncesto, tenis, ciclismo, motos... Da gusto presumir de nuestras azañas deportivas. Algunas ya aburren, yo no vi ningún partido de la final de la Davis del pasado fin de semana. Y eso que el tenis siempre ha sido mi deporte favorito, pero mejor para practicar. Verlo ya me parece tedioso.

Y después de ver un rato el programa Salvados del domingo, ver deporte, sobre todo fútbol, me cabrea, me revuelve las tripas. Sobre todo si he visto informes y reportajes en prensa de nuestro nivel educativo, a la cola de Europa, o me hablan de la prima de riesgo, o del no fin de ETA, o de los deshaucios...

Es normal que muchos piensen que, en más de dos mil años no hemos perdido todas nuestras raíces mediterráneas (la cultura sí, hay que volverla a plantar) nos queda muy latente el "pan y circo". Y seguiremos sin hacer nada con la economía, la educación y todos nuestros grandes problemas mientras una inmensa mayoría piense que la felicidad se la da unos tíos golpeando un balón o una pelota.