jueves, 21 de octubre de 2010

En el calor de la noche

Acaban de emitir en la 2 este clásico de Norman Jewison que realizó a finales de los 60. Una película bien narrada donde quizá la historia se diluya entre las interpretaciones de Sidney Potier y un magnífico Rod Steiger (he dado al botón amarillo del mando y ha sido una pasada oírles en versión original). Pero lo que me ha hecho reflexionar es la valentía de realizar una película donde está tan latente el derecho a la igualdad. Rodada en tiempos donde Martin L. King caía abatido por defender ese derecho.

Me encanta el detalle del comienzo. Mientras salen los créditos un tren llega a la estación de un pueblo de Mississippi. Cuando este para, la cámara enfoca al último escalón del vagón. Se aproxima el revisor, del que sólo se ven las piernas, y coloca su mano blanca un escalón de madera para hacer más cómoda la bajada de un hombre cuya mano, negra, lleva una maleta.

Nos queda mucha lucha, 50 años después, para ser iguales. No sólo en el respeto. Acordaos que este domingo se celebra el Domingo Mundial (Domund) y habrá muchachos pidiendo por los desfavorecidos, por los que deberían ser iguales.

martes, 12 de octubre de 2010

Adiós a un secundario principal

Seguro que más de uno de mi generación lo conoció ya de mayor, en el papael de Don Matías en las películas de Parchís de principios de los 80. Décadas más tarde descubrí el mejor cine español, el de Bardem, Berlanga, Forqué... Y allí estaba él, en todas, robando planos a los protagonistas, o siendo parte de comedias corales plagadas de secundarios principales.

La última película que vi de Manuel Alexandre, eso sí, de protagonista junto al querido lópez Vázquez fue en ¿Y tú quién eres? y seguía genial. Pero en la retina tengo al cojo de Placido, el pregonero de Amanece que no es poco, Modesto, para follar echo el resto, como se presentaba en Todos a la cárcel... y entre todos ellos he elegido el personaje de Atraco a las tres. ¡Quiero un cortijo! ¡Con toros! Cuántas veces me ha hecho reír con esa frase.

sábado, 9 de octubre de 2010

¡Happy birthday, Lennon!

Este genio canalla hubiera cumplido los setenta. Estaría hecho un abuelete pero seguro que no de los que van a ver las obras. No por lo menos las obras de construcción. Estaría en el maldito edificio Dakota o en cualquier otro viendo la obra del hombre, a través del cristal de unas gafas que seguro no serían de abuela. Seguro que llevaría unas de pasta, que es lo que está de moda ahora. Y pensaría que la obra sigue mal, por mucho Imagine y Give peace a chance que se cante. Aunque su corazón rebelde seguiría joven, y compondría canciones comprometidas como las que nos dejó en la memoria.

Imagine... sueña... siempre le gustó imaginar y soñar, y en los 60, en esa fiebre psicodélica que hubo, nos dejó ejemplos antológicos. Prueba de ello es una de las composiciones que más me gustan de su etapa Beatle, Strawberry fields forever. De algo real, un lugar en Liverpool cerca de la casa de su infancia, la de tía Mimi, se sacó esta maravilla de ritmo machacón de batería (invita a golpear) envuelta en un celofán de violonchelo, melotrón, trompeta... (invita a dar las gracias a George Martin) que la hacen imprescindible en la historia del rock.

Le encantaba llevarnos a sitios donde nada es real...




Let me take you down, 'cause I'm going to Strawberry Fields.
Nothing is real and nothing to get hung about.
Strawberry Fields forever.

Living is easy with eyes closed, misunderstanding all you see.
It's getting hard to be someone but it all works out.
It doesn't matter much to me.

Let me take you down, 'cause I'm going to Strawberry Fields.
Nothing is real and nothing to get hung about.
Strawberry Fields forever.

No one I think is in my tree, I mean it must be high or low.
That is you can't you know tune in but it's all right.
That is I think it's not too bad.

Let me take you down, 'cause I'm going to Strawberry Fields.
Nothing is real and nothing to get hung about.
Strawberry Fields forever.

Always know sometimes think it's me, but you know I know and it's a dream.
I think I know of thee, ah yes, but it's all wrong.
That is I think I disagree.

Let me take you down, 'cause I'm going to Strawberry Fields.
Nothing is real and nothing to get hung about.
Strawberry Fields forever.
Strawberry Fields forever.
Strawberry Fields forever.

jueves, 7 de octubre de 2010

Un serio Nobel de sonrisa eterna

Que conste en acta que no he leído ninguna de sus novelas. Que conste que no es necesario para ser filólogo o profesor de lengua. Lo que sí es cierto es que siempre me han hablado bien de sus obras, y que de algunas se dice que son imprescindibles, muy buenas en cuanto a su calidad literaria. Creo que entre esas sugerencias y que le han dado el Nobel, no me queda más remedio que leer algo cuanto antes... y no he hecho planes para el puente... blanco y en botella, ¿no?

En fin, que hayamos leído o no las obras de Vargas Llosa, el Nobel a un escritor cuya literatura está escrita en castellano, es de celebrar por todo lo alto. Y más ahora que hay tanta guerra con los idiomas en España. Es un buen momento para recrearnos en nuestra lengua y darnos cuenta de que la tenemos que seguir cuidando en todos sus campos. Es la base de la cultura de cada persona, y también de su pensamiento.