miércoles, 20 de mayo de 2009

No puedo bailar

Ahora que uno está convaleciente y pasa mucho tiempo inmovilizado en un sofá (a alguno seguro que le da envidia...) veo mucha tele. Y ayer me llevé una sorpresa con un anuncio de telefonía móvil que utilizaba un viejo tema de The Isley Brothers que llevó al éxito Human Beinz, Nobody bout me. Una canción que versionearon Los Flechazos con No sabes bailar. Me molesta, más que no saber bailar, que, como decía Loquillo, no pueda bailar. Os dejo, a ritmo sucio de garaje, con la fiesta de Human Beinz.


lunes, 18 de mayo de 2009

Roto... dolorido y roto

Menisco interno roto.
Ligamento cruzado roto.

Hace unos días que un cirujano me dejó esta rodilla izquierda como nueva... aunque dolorida.

El Nolotil se hizo amigo al principio, aunque casi sólo por las noches. Pensar en vosotros, amigos, compañeros, alumnos a los que no veré hasta septiembre es mejor que el metamizol, y menos químico.

Pero hoy se ha roto una esquina de esta primavera, y eso me ha dolido, y no valen cápsulas de farmacia.

Mañana me hubiera pasado las horas de clase enseñando poemas y cuentos de Benedetti a mis alumnos.

Estoy seguro que habrá cientos de profesores, incluso de ciencias, por qué no, que mañana leerán a Benedetti en clase. Espero que así sea, por el bien de los alumnos.

martes, 5 de mayo de 2009

Encuentro casual

Lo he dejado ahí, al lado del sofá donde voy a pasar tirado una temporada, y no por ganas, sino por obligación. Lo he dejado ahí, junto con otros, pero él primero. Hace unos diez años me pasó lo mismo con un hermano suyo, Obabakoak. Fue el libro que me hizo compañía durante mi recuperación de una artroscopia. Fue una grata compañía, de las mejores que me ha dado un libro. Lo he dejado ahí, esperándome como parecía que estaba en las estanterías de la Fnac, mientras iba cogiendo más compañía (una artroscopia lleva menos tiempo que un ligamento, así que midiendo el tiempo en libros, cogí varios compañeros) hasta que vi Siete casas en Francia, lo nuevo de Atxaga. Sonreí frente a él, pensé en las historias de Obaba que leí tumbado en el sofá y pensé que no estaría mal leer las nuevas historias de Atxaga en el mismo lugar... en un par de días... ahí.