domingo, 26 de abril de 2009

Que quiénes somos y de dónde venimos

Soy un morlaco con querencia a las tablas, a las del tendido de sol que en este ruedo de piel de toro son las que asoman al Mediterráneo. Soy hijo de ese mar como los que vivieron aquí hace dos mil, tres mil años... Y como desde aquí no lo veo, tengo esa querencia, y voy allá, a las tablas, a la orilla se ese mar de vez en cuando. Ya le estoy echando de menos desde la última vez.

Del Mediterráneo hablaban la otra noche en un debate político, y uno de los invitados me hizo abrir los ojos. ¿Quiénes somos nosotros para partir el mundo en Oriente y Occidente? Desde que el mundo es mundo todas las sociedades han bebido unas de otras y todas, en su mayor o menor medida, han ido poniendo sus granitos en todas las costas del Mediterráneo, de Algeciras a Estambul, como canta Serrat. No sé si el mar hermanaba o no pero, aunque suene utópico, es lo que deberíamos hacer, hermanarnos alrededor del Mediterráneo, donde hay todo tipo de cristianos (católicos, ortodoxos, protestantes... hasta coptos en Egipto), judíos, musulmanes, minorías tribales, ateos... de todo, y todos salidos del mismo mar.

La puntilla me la ha dado Pérez-Reverte en el semanal, del que reproduzco parte del final:

"El sabor de los boquerones y las sardinas que asa Rafa en el bar es idéntico al que conocieron quienes, hace nueve o diez mil años, navegaban ya este mar interior, útero de lo que fuimos y lo que somos. Comerciantes que transportaban vino, aceite, vides, mármol, plomo, plata, palabras y alfabetos. Guerreros que expugnaban ciudades con caballos de madera y luego, si sobrevivían, regresaban a Ítaca bajo un cielo que su lucidez despoblaba de dioses. Antepasados que nacieron, lucharon y murieron asumiendo las reglas aprendidas de este mar sabio e impasible."

martes, 21 de abril de 2009

Juego, set y partido

Hace unos días hable de Jordi Sierra, un escritor sobre todo de literatura juvenil bastante bueno. Pues mira tú por dónde, acaba de publicar su última novela, cómo no, destinada al público más joven. Esta vez incluso ha salido en los telediarios y no porque la novela sea la repera o haya ganado un premio como para salir en la tele. No. Ha sido algo más mediático, ha salido porque la novela está basada en la vida de Rafa Nadal y, lo que es mejor aún, los beneficios van destinados a la fundación que lleva el nombre del tenista y que se dedica a realizar proyectos para los más desfavorecidos, sobre todo jóvenes con minusvalías.
No sé si la novela será tan buena como otras del autor (espero que así sea, tengo intención de leerla) lo que en verdad me parece importante son los temas que creo que aborda, entre ellos, la capacidad de decisión de un chaval de hoy en día, de entre doce y quince años (plena adolescencia) y el esfuerzo personal y las ganas de llegar a ser alguien.
Simplemente viendo la noticia en la tele me pasaban por la cabeza cientos de flashes con las caras de mis alumnos dentro y fuera del aula. Si dentro hay algunos que no son ya capaces de coger un boli, fuera, en los últimos años en los que he sido entrenador de baloncesto o monitor de tenis, te desesperas y te preguntas cómo se apuntan a actividades deportivas si ni tan siquiera quieren hacer deporte... Y es que, como decía Unamuno hace cien años, "la juventud está enmarasmada", aletargada (como en un capítulo de Los Simpson que recuerdo, les preocupa coger el sitio en el sillón, en posición fetal, ni frío ni calor). Y si esto decía don Miguel hace un siglo, y cada generación vamos a peor, hoy en día es difícil hacerles apreciar a los adolescentes el valor del esfuerzo, porque muchos carecen de metas. Muchos se han quedado sin sueños, ni siquiera saben lo que es una decisión porque su filosofía se reduce a dejarse llevar (vete tú a saber dónde, pero siempre a donde no deben) o, en el mejor de los casos, a quedarse quietos viendo la vida pasar.
Ojalá Jordi Sierra sea capaz, como con otros libros, de enganchar a adolescentes enmarasmados, les haga soñar con ser capaces de llegar a ser lo que ellos se propongan. Yo, como el resto de mis compañeros y docentes que conozco, seguiremos intentándolo, haciendo ver que, como dice el título del libro, son capaces de ganar el Juego, set y partido.

miércoles, 15 de abril de 2009

El soul que nunca se grabó

Hace tiempo que le doy vueltas a cómo cubrir las paredes de mi casa y, lo que he tenido siempre claro es que quería cuadros con color y nada abstractos. Y de eso, quitando unas láminas de un viaje a Praga que colocaré por el pasillo,no tenía nada. Hasta que un buen día descubrí por el viejo Malasaña, en la calle del Espíritu Santo, la tienda de camisetas Feta (http://www.feta.es/), con diseños originales de música, cine, arquitectura... y cuyo dueño, Pablo, también se dedica a hacer lienzos pop. Poco tardé en decirle que le quería encargar uno. Que esos pequeños cuadros que decoraban su tienda con homenajes a la canción francesa (Bardot y Gainsbourg) fotogramas con Al Pacino estaban genial y me los merecía en mi casa. Así que le hice un encargo de un lienzo con un conjunto de música. Pero uno es tan mitómano que no supe qué grupo elegir... hasta que me acordé de mi padre.

Sí, mi padre tocó en los sesenta y principios de los tetenta en un grupo que, por norma general, hacían versiones soul de la época. En su repertorio cabía desde OtisRedding, Blood,Sweat & Tears, Four Tops pasando por los españoles Conéxion, Ángeles o los mismísimos Bravos. Fue el germen donde empezó a crecer la gran figura de la música española que es Antonio García de Diego antes de formar Franklin y luego pasar a serparte de los Canarios de Teddy Bautita y a componer para Miguel Ríos, Sabina o Pastora Soler entre otros.

Y como desde pequeño tengo en mente las historias que me contaba mi padre en actuaciones matinales en el Price, en sálas míticas como Consulado, codeándose con Micky y los Tonys, Los Bravos o Miguel Ríos, los arreglos que hacía Antonio de clásicos como el Mañana, Mañana de los Ángeles, cogí las viejas fotos perdidas en un destartalado álbum y se las entregué a Pablo, que es un artista, capaz de sacar lo que hemos llamado "La portada del disco que nunca grabaron".




viernes, 3 de abril de 2009

Primavera

Poco a poco, sin tener en cuenta el marketing de El Corte Inglés, que siempre, año tras año, nos quiere meter en la mollera que ya es primavera, poco a poco, digo, va llegando el buen tiempo. Y no es tampoco el veintiuno de abril quien lo marca, es la alergia en ca cara, los ojos enrojecidos, la nariz goteante, más gafas de sol por la calle, gente en las terrazas, jardines que se engalanan sólos o por orden del ayuntamiento, el arcoiris de las últimas lluvias, y la vuelta del buen tiempo.

A mi me entran más ganas de cantar que en cualquier otra época. Hoy me ha venido a la mente una balada italiana de Nicola di Bari.

Erano i giorni dell'arcobaleno
finito l'inverno tornava il sereno...