lunes, 22 de diciembre de 2008

Feliz Navidad


Vino a su casa, pero los suyos no le recibieron, prefirieron sus propias pequeñas imágenes falsas, sus raquíticos anuncios luminosos, sus pálidas estrellas de Hollywood y sus robots de plástico, machacando los verdaderos besos, las lágrimas verdaderamente derramadas, las originales sonrisas de niño, los ríos incontaminados y los bosques aún vírgenes…
Pero a los que le recibieron les hizo capaces de ser hijos de Dios. Descubriéndole en las casas, escuchándole en su imagen, abrazándole en su gente, continuándole en la creación inacabada, contándole desde los ojos, viéndole “como un espejo”. Y preparándose un encuentro definitivo con Él… después de ir siguiendo huella a huella.


viernes, 19 de diciembre de 2008

My blueberry nights

Wong Kar-Wai nos vuelve a sorprender con su mirada asiática, esta vez mezclando con occidente, e introduciéndose en el mundo de Hollywood con actores tan mediáticos como buenos. En My blueberry nights narra, con tintes de road-movie de ida y vuelta al mismo lugar, New York, la búsqueda del amor de la protagonista, Elizabeth (Norah Jones). Búsqueda que no sabe que ha encontrado en un restaurante de esa gran ciudad y se da cuenta de ello a través de los sentimientos que va mandando a base de postales que recibe Jeremy (Jude Law), el dueño del restaurante.
En ese viaje que emprende por la mítica Ruta 66 hasta Las Vegas, Elizabeth pasa como un aire fresco para un alcohólico todavía enamorado de la mujer que le dejó, o como una compañera de viaje para una jugadora de póker a quien enseñarle que no hay que desconfiar siempre.
Todo con un juego de primeros planos con segundos desenfocados, haciendo así de la imagen poesía de sentimientos que muestran los protagonistas (a destacar el binomio que forman David Strathairn y Rachel Weisz), miradas de cámara a través del cristal del local hacia el interior, paisajes urbanos y de carretera, baladas soul... y un beso, un beso al que, como la balada de Otis Redding que suena durante la película, le han puesto ternura.

viernes, 12 de diciembre de 2008

MUSAC


Hace unos días volví a disfrutar de la ciudad de León. De la cultura del vino en "El Húmedo", de la noche en bares de copas con buena música y mejor compañía, de los conciertos del Purple Weekend... y de sus edificios. En León cabe desde la aquitectura romana que queda en los restos de muralla, pasando por el románico de la Colegiata de San Isidoro, el gótico de su catedral, el renacimiento de palacios hasta llegar al siglo XX con el modernismo personal de Gaudí y el siglo XXI con Tuñón y Mansilla. Y con estos me quedo en mi última visita. Aunque ya vi por fuera el auditorio, lo que no había visto hasta el otro día fue el MUSAC. Un gran espacio no sólo para exposiciones temporales sino algo más. Simplemente el edificio es una sucesión de salas donde se mezcla el cuadrado y el rombo haciendo suaves zig-zags por donde la luz se filtra atravesando grandes y pequeñas ventanas haciendo un juego de claroscuros que cruzan o parten las salas... un edificio vivo en el que destaca, además, un exterior donde los paneles de colores dan más viveza, al igual que las vidrieras de la catedral, no sólo al edificio, sino a la ciudad.


martes, 2 de diciembre de 2008

Gracias, Arturo

Por fin alguien con dos dedos de frente ha dicho algo coherente sobre la educación hoy en día. Lean, lean, que seguro que están de acuerdo con Arturo Pérez-Reverte y lo que expuso en el semanal del periódico en el que colabora el otro día:

Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros -aquí matizaré ministros y ministras- de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera.No quiero que acabe el mes sin mentaros -el tuteo es deliberado- a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía.De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia , la Literatura , la Geografía , el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana -que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural-, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña.Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Ed ucación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera , capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones.Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente -recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española-. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos» Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p'alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo. Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio.Cuánto más peligro tiene un imbécil, que un malvado.

Y a todo esto añado yo, que no sólo tienen la culpa los que nos gobiernan. Ayer, sin ir más lejos, corrigiendo un examen de un niño (pre-adolescente, como dicen algunos) de doce años, me encontré, como respuesta a una pregunta que rezaba "Escribe un sustantivo que no cambie su forma al pasar de singular a plural", la palabra jachís. Vamos, que genial por el académico porque yo creo necesario su artículo. Que se den cuenta los políticos del daño que se hace a la sociedad si no se cuida la educación, pero que no descuiden otras cosas que también son de su incumbencia y en las que las soluciones brillan por su ausencia.