lunes, 20 de diciembre de 2010

Holocausto

Hace poco escribí en el blog sobre Cracovia y, en concreto, sobre el nudo en la garganta que se te pone cuando visitas el gueto y Auschwitz. Yo lo siento por Pérez Reverte, pero hice fotos, lo cual no quita que tuviera sentimientos de rabia y repulsión contra quienes perpetraron y llevaron a cabo ese genocidio durante años.

Hace unos días pasé la tarde con un amigo al que no veía desde hace meses. Hablamos, entre otras cosas, sobre esto mismo. Los dos coincidíamos en que es algo que cualquier ser humano que tenga la posibilidad debería ver. Concienciarse de hasta qué punto el ser humano es capaz de deshumanizarse. Más aún, hasta qué punto un animal como el hombre es capaz de "desanimalarse".

Parece que, después de ver documentales e incluso estar en los mismos lugares donde sucedieron los hechos históricos más lamentables del siglo XX no hay nada más que decir. Pues no, siguen saliendo nuevas cosas sobre el holocausto. Hoy en ABC publican una entrevista a Patrick Desbois, un cura que ha escrito El Holocausto por balas. Simplemente la última pregunta y su respuesta es otra nota desgarradora de lo que sucedió:

-¿Es precisa la cifra de millón y medio de judíos ejecutados con bala en la Europa del Este?
- El cálculo es solo para Ucrania y está aceptado por los mejores especialistas, tirando por bajo. No hay exageración. Y la consigna era una sola bala para matar a un judío, para ahorrar munición, de tal manera que a los que quedaban heridos los enterraban vivos. Algunos tardaron tres días en morir. Como nos han dicho los lugareños, eran fosas cuya tierra se movía.

Y a mí se me remueven las entrañas.

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