viernes, 3 de septiembre de 2010

Verano: El camino, la emoción.


En julio hice mi tercer Camino de Santiago. Creo que ya nada queda en el recuerdo de las ampollas por el mal calzado, del dolor de piernas por no estar habituado ni del dolor de espalda por dormir en los suelos de los polideportivos (sí, ya sé, la edad). Sólo está el recuerdo la emoción compartida con más de doscientos alumnos. Eso no lo puedo describir y, más aún, nunca se podría comprar.

1 comentario:

Miguel Ángel dijo...

Genial entrada, David. ¿Puedes contar un poco más sobre la experiencia? Me pica muchísimo la curiosidad :)

Te deseo un feliz comienzo de curso.

Un fuerte abrazo :)