domingo, 13 de noviembre de 2011

"La música es la flauta de Satán"

Esta oración da título a un reportaje publicado en El País hoy domingo. En él se hace referencia a adolescentes de un instituto de Melilla que se niegan a estudiar la asignatura de música. Son salafistas que viven en Melilla y para los que la música es pecado.

Al leer tan solo los titulares han pasado por mi mente dos cosas:
Una cinematográfica, la escena de Gran bola de fuego en la que Alec Baldwin en el papel de predicador y primo de Jerry Lee Lewis le dice a este que reniegue del rocanrol, de esa música del diablo. Si no lo hace irá al infierno. Y el Killer, interpretado magistralmente por Dennis Quaid responde "Si he de ir al infierno iré... tocando el piano" o algo así.
Acto seguido me ha pasado otra cosa por la cabeza... ojo lo que peco yo, que estoy aprendiendo música este año, que intento poco a poco sacarle mejor sonido al saxo, que no pasa un día que no escuche, baile o canturree y que, además, en días como el viernes me dejo una pasta en vinilos o CD.

Qué daño hace el extremismo religioso.

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