sábado, 4 de octubre de 2008

"Descomplicado"



Entrecomillado porque, según mi última búsqueda en la RAE, esta palabra no está en el diccionario. Eso sí, está muy de moda, sobre todo en manuales para que a los estudiantes les sea menos complicado estudiar algunas asignaturas. Es algo así como "No entiendo lo que me está contando el profesor, así que voy a buscarme un libro de autoayuda de su asignatura". Y la verdad es que algunos merecen la pena y están escritos de forma más amena que cualquier libro de texto (y por supuesto, que algunos profesores). Yo, que soy de una generación donde las autoayudas para aprobar eran, como decía una compañera, los "apoyos logísticos" en un examen (léase chuletas) siempre me arrepentí ne no haber comprendido la filosofía que me dieron en bachillerato más que nada porque no había quien aguantara a aquel profesor-tostón que la impartía y, durante años, términos como metafísica, demiurgo y demás vagaban sin sentido por algún rincón de mi cabeza. Menos mal que a uno le gusta aprender, y tuve la suerte de toparme con un libro de filosofía "descomplicada" y con su autor. En fin, que el que no aprende es porque no quiere, ya sea dentro o fuera del colegio. Y no hay que darle más vueltas al asunto.

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