Se ha ido el rey de mis recoleterías, como El Tío Calambres, Es una lata el trabajar o Juanita Banana. El de las versiones en castellano de Adamo, de Celentano... El chico ye-yé que vino de Argentina y se paseó por los sesenta por la Televisión Española con su sombrero, su bastón y sus largas corbatas, que cantó a Cuba, a la Navidad, al amor...
Recuerdo que en sus últimas apariciones siempre alardeaba de la cantidad de canciones que había compuesto, más de 400, así que, con lo que cobra la SGAE sus herederos tienen el futuro asegurado, digo yo, amén de lo que se llevara don Luis por las versiones que otros hicieron de sus canciones.
Luis Aguilé, inimitable. Perdón, todo lo contrario, que recuerdo la actuación de Martes y Trece, y gracias a Youtube, la de Esteso. Algo tendría este Luis Aguilé que, para poner un vídeo que acompañe a esta entrada he querido buscar una actuación en la que cantara La Chatunga, que es de las que más me gustan, aunque no fuera suya, y me he encontrado cosas como el tema bailado a ritmo de tecktonik (algo que he visto bailar a mis alumnos en el recreo), el tema en versión de Doctor Explosión (hace años que me encantó) y con imágenes de La Hora Chanante y Travolta en Pulp Fiction, y hasta una actuación de The Who (alguno que lo lea dirá que ya está el pesao) con La Chatunga de fondo... la gente se aburre mucho o es que de verdad tenía algo. Así que mejor no poner vídeo.
Por cierto que en el periódico donde he leído la noticia se decía que seguía trabajando en una Zarzuela y en otras cosas, entre ellas, y esto le va a sorprender a mi amigo José, en poner música a poemas de José Hierro. Un genio este Aguilé, imitable o inimitable, como ustedes quieran.
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