martes, 5 de mayo de 2009
Encuentro casual
Lo he dejado ahí, al lado del sofá donde voy a pasar tirado una temporada, y no por ganas, sino por obligación. Lo he dejado ahí, junto con otros, pero él primero. Hace unos diez años me pasó lo mismo con un hermano suyo, Obabakoak. Fue el libro que me hizo compañía durante mi recuperación de una artroscopia. Fue una grata compañía, de las mejores que me ha dado un libro. Lo he dejado ahí, esperándome como parecía que estaba en las estanterías de la Fnac, mientras iba cogiendo más compañía (una artroscopia lleva menos tiempo que un ligamento, así que midiendo el tiempo en libros, cogí varios compañeros) hasta que vi Siete casas en Francia, lo nuevo de Atxaga. Sonreí frente a él, pensé en las historias de Obaba que leí tumbado en el sofá y pensé que no estaría mal leer las nuevas historias de Atxaga en el mismo lugar... en un par de días... ahí.
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1 comentario:
Jejeje. Espero que te hayas recuperado ya.
A mí también me gusta Atxaga. El primero que leí fue un hombre solo. Luego Obabakoak.
Un saludo y dale recuerdos a tu hermano.
Carlos
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