A los que disfrutamos con la lectura nos encanta ponernos, cuando nos gusta el protagonista, en el papel que encarna, y sentirnos Quijotes, o Sanchos...
A mí, y supongo que a muchos de vosotros os pasa lo mismo, me gusta no sólo ser protagonista, sino narrador, o más aún, ser autor. Experimentar ser Cervantes (con perdón, o con permiso al menos), y pensar "¿Cómo se le ocurrió eso de los molinos a Don Miguel?". Quizá tuvo espejismos y los plasmó en Don Quijote...
1 comentario:
Bonita foto, sí señor.
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